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Una Mujer Persistente: la Esposa de Potifar

Updated: May 3, 2020

Palabra del Día: Persistente

Negarse a rendirse o dejar ir; insistentemente repetitivo o continuo.

Llegamos a conocer a esta mujer sin nombre en el Capítulo 39 del Libro de Génesis. Esta mujer era la esposa de Potifar. Potifar era un oficial del faraón y capitán de la guardia. Había comprado a José de los ismaelitas.


Génesis 39:1

Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá.


José era un hombre de gran reputación, y el Señor estaba con él todo el tiempo. El diablo siempre estaba encima de él tratando de arruinar su vida, pero había fallado. Por supuesto, que el diablo lo intentará una vez más. La esposa de Potifar era un tipo de mujer que estaba acostumbrada a tener y poseer lo que quisiera, y por esta razón pensó que era apropiado tener a José como su amante. José debe haber sido un hombre bien parecido. Tenemos que recordar que su madre era Raquel, una mujer hermosa, por lo que probablemente recibió el buen aspecto de su madre.

Génesis 29:17

…pero Raquel era de lindo semblante y de hermoso parecer.


Su breve biografía comienza en el capítulo 39: 7 del Libro del Génesis cuando tiene el descaro de pedirle a José que se acueste con ella solo porque quiere complacer su carne lujuriosa.

Génesis 39:7

Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo.


José, que era alguien responsable y respetuoso, le respondió afirmando que su esposo le había confiado todo. Es decir, que podía obtener cualquier cosa de la casa, pero no a su esposa. José se negó a acotarse con esta mujer. La primera razón es porque tenía respeto hacia Potifar, y la otra era porque quería estar bien con su Dios.


Génesis 39:8–9

Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene.

9 No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?


Las tentaciones llegaron a José de muchas maneras diferentes, y esta tentación fue otra que no iba a contemplar. Esta acción no iba a ser aceptable en la sociedad y tampoco Dios iba a estar complacido.


Esta mujer no era una persona que no iba a aceptar un no por respuesta y persistió; pero José tenía un gran respeto por su esposo. Hubo un tiempo en que José entró a la casa con el propósito de hacer su oficio y se encontró solo con esta mujer. Una vez más, ella le pidió que se acostara con él. Esto es cuando huyó de la escena y se negó a ser tentado por esta mujer. Entonces, él simplemente escapó. Pero la mujer se quedó con algunas piezas de su prenda desgarrada en sus manos.


Génesis 39:11–13

aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí.

12 Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió.

13 Cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera,

Lo que José no sabía es que iba a ser acusado de violación por esta mujer. Ella tenía en sus manos pedazos de su prenda desgarrada y se los mostró a los hombres de la casa. Ella dijo que el hombre hebreo que su esposo había traído la había violado. José sufrió el injusto castigo de prisión. Potifar lo había enviado a la prisión, pero el Señor estaba con él. José tenía una gran valentía y convicciones desde arriba y sabía que sus acciones eran las correctas. Él solamente quería agradar a Dios

Génesis 39:14–15

llamó a los de casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que hiciese burla de nosotros. Vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces;

15 y viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió.


Génesis 39:20–23

Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel.

21 Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel.

22 Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía.

23 No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.

Conclusión: Solamente una breve historia de cómo las tentaciones pueden llegar a nuestras vidas, pero este es un gran ejemplo de cómo responder cuando llega la tentación. Dios siempre proporcionará una forma de escapar. La vida de José es un gran ejemplo para mostrarnos que estamos aquí para agradar a Dios y no a nuestra carne. ¡Pongamonos los zapatos de correr cuando llegue la tentación!


*Por favor deje un comentario si esta lección ha sido de bendición a su vida.


He agregado algunos versículos a continuación para aquellos que no están seguros si el cielo es su futuro hogar. Por favor, comparta conmigo si acepta al Señor Jesucristo como su Salvador a través de esta publicación. ¡Con gusto me alegraré con usted!


9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

11 Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.

12 Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;

13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

Romanos 10:9–13



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