Palabra del Día: Sumisa
Mansamente, complaciente: dócil
Sara parece estar en la Biblia como el modelo de Dios de una mujer casada, sus dos características principales eran la belleza y la esterilidad. El nombre de Sara significa "una princesa" y el nombre de Saraí significa "mi princesa". Sara era la media hermana de su marido por parte de su padre, Taré, cuyo padre era el hijo de Noé Sem.
Génesis 11:27
Estas son las generaciones de Taré: Taré engendró a Abram…
Génesis 11:29
Y tomaron Abram y Nacor para sí mujeres; el nombre de la mujer de Abram era Sarai…
Taré muere cuando tenía doscientos cinco años de edad, qué larga vida no puedo imaginarme viviendo tantos años. Abram nació cuando su padre tenía ciento treinta años. La Biblia menciona a Abram primero a pesar de que no era el hijo mayor, pero Dios ya lo había elegido para el linaje mesiánico.
Génesis 11:26
Taré vivió setenta años, y engendró a Abram, a Nacor y a Harán.
Sara fue una mujer que siguió a su esposo en cada viaje que Dios le había ordenado que hiciera. Como mencionamos antes, Sara era estéril, pero esta pareja era una pareja fuerte y Dios hace un pacto con su esposo. Asumiría que Sara era una gran mujer porque Dios nunca haría un pacto con un hombre cuya esposa no fuera sumisa. Sara en este momento no sabe que se convertirá en la madre de todos los judíos, su esposo era un hombre rico y muy respetado entre otros. Estaba casado con una esposa hermosa, tenía muchos sirvientes y con un pedigrí que se remontaba a Adán, pero era un pobre pecador que necesitaba a Dios.
Esta vez Dios le estaba pidiendo a Abram que se mudara del país donde vivía y esa nueva tierra iba a ser Canaán. Abram tenía setenta años cuando partió con Sara de Harán. Harán era un centro comercial en la carretera principal que unía la costa mediterránea. Harán es también la tierra a donde vino el criado de Abraham en busca de una esposa para Isaac. Jacob huyó a Harán cuando huía de Esaú, allí también Jacob se casó con Lea y Raquel.
Dios quería que Abram lo siguiera y con eso vino la ruptura con su nación y su familia también, así que Sara siguió a su esposo de la misma manera que el seguía a Dios.
Génesis 11:30
Mas Sarai era estéril, y no tenía hijo.
Génesis 12:1-5
Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
4 Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.
5 Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron.
Llegó un momento en que Abraham careció de fe en Dios en su viaje a Canaán, no esperaba encontrar cananeos o hambre, así que decide dar un rodeo y llega a Egipto en lugar de Canaán. Abraham engaña a faraón diciendo que su esposa era su hermana porque tenía miedo de que lo mataran y usó su belleza para salvar su vida. Una verdad a medias ya que ella si era su media hermana. Me pregunto cuáles fueron sus pensamientos cuando su esposo le estaba mintiendo a faraón. Lo único que noté aquí es que ella no era como yo o como usted, ya que no tenía la tendencia de corregir a su esposo en público.
Génesis 12:9-13
Y Abram partió de allí, caminando y yendo hacia el Neguev.
10 Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra.
11 Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso aspecto;
12 y cuando te vean los egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida.
13 Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por causa de ti.
Sara tenía sesenta y cinco años en ese momento, lo que significa que estaba bien conservada para esa edad. Faraón había elegido a Sara como una de las mujeres de su casa o como una de sus esposas. El Señor plagó la casa de Faraón, Faraón supo de inmediato que se debía a que había tomado a Sara como una de las mujeres de su casa. Faraón llama a Abraham y exige una respuesta, pero Abraham no tuvo una respuesta para él. Al final, ambos fueron expulsados de la casa de Faraón. ¡Qué mal testimonio de parte de Abraham! El nombre del Señor nunca fue exaltado aquí frente a un diplomático pagano. ¡Que embarazoso!
Génesis 12:14-20
Y aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran manera.
15 También la vieron los príncipes de Faraón, y la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa de Faraón.
16 E hizo bien a Abram por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos.
17 Mas Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai mujer de Abram.
18 Entonces Faraón llamó a Abram, y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer?
19 ¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, he aquí tu mujer; tómala, y vete.
20 Entonces Faraón dio orden a su gente acerca de Abram; y le acompañaron, y a su mujer, con todo lo que tenía.
Dios decide cambiar el nombre de Sara: de Saraí (mi princesa) a Sara (una princesa), aquí es donde se convierte en una dama noble o real. Sara pronto sería la madre de muchas naciones a la edad de noventa años.
Génesis 17:15-17
Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre.
16 Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.
17 Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir?
Sara permaneció con su esposo a través de las bendiciones y las dificultades, de las buenas y malas decisiones en la juventud y en la vejez. Sara murió a la edad de ciento veintisiete años.
Génesis 23:1-2
Fue la vida de Sara ciento veintisiete años; tantos fueron los años de la vida de Sara.
2 Y murió Sara en Quiriat-arba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán; y vino Abraham a hacer duelo por Sara, y a llorarla.
Sara es la única esposa nombrada en los héroes de la fe. Quizás más que cualquier otra mujer bíblica, se destaca por enseñar a otras mujeres dos características supremas de la condición de mujer piadosa: sumisión humilde a su marido en el matrimonio y el compromiso de criar a la próxima generación. Aunque Sara cayó en pecado, Dios mantuvo su promesa de que sería "una madre de naciones".
Hebreos 11:11
Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad,porque creyó que era fiel quien lo había prometido.
Conclusión: Con esta historia, vemos que esta pareja no era una pareja perfecta. Dios nos enseña en esta historia que Él es el personaje principal y que quiere usar nuestras vidas para Su gloria. Al final esa fue Sara, una dama imperfecta usada para Su gloria.
*Por favor deje un comentario si esta lección ha sido de bendición a su vida.
He agregado algunos versículos a continuación para aquellos que no están seguros si el cielo es su futuro hogar. Por favor, comparta conmigo si acepta al Señor Jesucristo como su Salvador a través de esta publicación. ¡Con gusto me alegraré con usted!
9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
11 Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
12 Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;
13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Romanos 10:9–13
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