Palabra del Día: Consejera
Una maestra o consejera sabia y confiable
El nombre de Elisabet significa "Dios es mi Juramento", su esposo Zacarías era sacerdote y su padre también. El capítulo 1 de Lucas describe tanto a Zacarías como a Elisabet como justos delante de Dios, pero esto no significa que no tuvieran pecado. Ser justo significaba que eran irreprensibles y que tenían una buena reputación entre la comunidad. Zacarías pertenecía a un conjunto de sacerdotes (Abia) que servían en el Templo durante el principio del día de reposo asta el final.
Pero había algo con lo que Elisabet luchaba, y era que no podía tener un hijo y que ambos eran viejos. Esta pareja no perdió la esperanza y siguió orando por un hijo porque creían en el poder de la oración. Durante esa época era humillante para una pareja no tener un hijo, especialmente para las mujeres de Israel porque se les había prometido que el Mesías nacería de una dama judía.
Llegó un momento sagrado a la vida de Zacarías, cuando fue llamado a ofrecer incienso en el Templo del Señor. Había un ángel en el lado derecho del altar para decirle que sus oraciones habían sido escuchadas y que su esposa iba a tener un hijo. Además, el ángel fue bien específico al decirle que su hijo debía ser llamado Juan.
Lucas 1:12–13
12 Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor.
13 Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.
Zacarías no pudo hablar con Elisabet durante su embarazo, Dios lo había dejado mudo e incapaz de hablar porque dudó Su mensaje. Las personas afuera del Templo sabían que Zacarías había tenido un encuentro con el Señor porque tardó mucho en salir. Cuando salió del Templo permaneció sin palabras y una vez que se completaron los días de su servicio, se retiro a su casa.
Lucas 1:20
Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.
Elisabet era una persona llena del Espíritu Santo. Cuando María (su prima) la madre de Jesús vino a visitarla, ella de inmediato la bendijo y el fruto de su vientre. Ella reconoció que la madre de su Señor la estaba visitando, vemos que la venida de Jesús ya estaba haciendo milagros en su vida, así como también en la de su bebé Juan, que todavía estaba en su vientre. Estos versículos nos hablan sobre su conocimiento de la Palabra de Dios, fue criada bajo la autoridad de Dios y rápidamente respondió a los eventos actuales de la venida del Mesías.
Lucas 1:41–45
41 Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,
42 y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.
43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?
44 Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor.
Juan también fue lleno del Espíritu Santo incluso desde el vientre de su madre. Juan debía seguir ciertas convicciones con el Señor y era que no bebería vino ni sidra igual que Sansón, excepto que el Señor no menciona nada sobre su cabello.
Lucas 1:15
porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra,y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.
Dios había prometido un mensajero, y Juan iba ser el anunciador. También dejó en claro a sus seguidores que él no era el Cristo. Predicaba el mensaje de arrepentimiento y su ministerio fue breve ya que fue decapitado por Herodes, pero su ministerio tuvo un gran impacto. El propósito de Juan aquí en la tierra era preparar los corazones de las personas para la venida del Rey. Juan estaba bautizando con agua, pero este no era un bautismo cristiano porque Cristo aún no había muerto ni resucitado. Este bautismo fue otra forma de comunicar su arrepentimiento de pecados similar al sacrificio de animales en el Antiguo Testamento. También vemos en Mateo capítulo 4 que Jesús fue bautizado por Juan el Bautista. Como dije antes Juan vino para preparar el camino para Jesucristo, él lo supo desde el principio y fue obediente a la orden de su Salvador.
Lucas 1:17
E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos,y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
Malaquías 3:1
He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Lucas 3:8
Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre;porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.
Se sabía de Elisabet que Era: Una mujer privilegiada Una mujer piadosa Una amiga espiritual Una esposa que apoyó el ministerio de su esposo Nunca fue una carga para el ministerio de su hijo La madre de Juan el Bautista
Conclusión: Hay muchas cosas que podríamos aprender de esta dama, pero cada una de nosotras debe saber cuál es la que nos falta o que necesitamos mejorar. Tal vez es hora de clavarla a la Cruz, cualquier cosa (pecado) con la que luchamos. Podrían ser nuestras bocas, nuestros pensamientos, lo que sea ... ¡Clávalo a la cruz!
He agregado algunos versículos a continuación para aquellos que no están seguros si el cielo es su futuro hogar. Por favor, comparta conmigo si acepta al Señor Jesucristo como su Salvador a través de esta publicación. ¡Con gusto me alegraré con usted!
9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
11 Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
12 Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;
13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Romanos 10:9–13
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